Jñāna significa literalmente ‘conocimiento’, ‘sabiduría’, ‘comprensión’ o ‘cognición’, que se refiere a un conocimiento existencial. Los griegos denominaban epiginosko (ἐπιγινώσκω) a este poder revelador. La palabra yoga significa ‘unión’. Así, jñāna-yoga es en...
El sendero
Bhakti-yoga
El bhakti-yoga es el yoga del amor. No obstante, el devoto aspira a un amor diferente del que nos presentan las novelas románticas: no se trata de un sentimentalismo que comienza con dulces promesas y termina en amargos desengaños; tampoco se refiere a esa emotividad que surge de los procesos fisiológicos y las necesidades hormonales. Para el bhakti-yogī, el amor no depende de una relación externa, sino que es un estado del alma; lejos de ser una interacción con el prójimo, es el perfume que emana de la propia presencia, aquí y ahora.
El bhakti es el amor más puro y elevado que surge de las profundidades de la consciencia, la paz y el silencio de la meditación. Cuando lo experimentamos, descubrimos que no se trata de una mera emoción o un sentimiento, sino que es lo real en nosotros. Dado que la realidad trascendental solo puede manifestarse en un corazón puro, el bhakti-yoga nos brinda un proceso de limpieza y purificación espiritual.
Aunque se afirma que el sendero de la devoción es accesible para todos, yo diría que se trata de una travesía exclusiva para quienes perciben el llamado del amor en lo profundo de sí mismos. El mensaje del bhakti-yoga es categórico: el amor es el medio y la meta. Sin devoción, la práctica espiritual parece árida, la oración se vuelve palabrería innecesaria y la religión se torna aburrida; se restringe a un mero cúmulo de leyes, mandamientos y ceremonias que están más relacionados con la política que con la espiritualidad. De hecho, si deseamos saber la verdadera naturaleza de la religión, debemos entregarnos a nuestro propio corazón.
(Extracto del libro de Prabhuji Bhakti yoga, el sendero del amor)
