Jñāna significa literalmente ‘conocimiento’, ‘sabiduría’, ‘comprensión’ o ‘cognición’, que se refiere a un conocimiento existencial. Los griegos denominaban epiginosko (ἐπιγινώσκω) a este poder revelador. La palabra yoga significa ‘unión’. Así, jñāna-yoga es en...
El sendero
Kundalini-yoga
El kuṇḍalinī-yoga es una modalidad yóguica que estimula el despertar consciente de la kuṇḍalinī-śakti, o ‘la energía enrollada’. Esta energía es la conciencia trascendental; es el poder creativo de Dios, y por ende, el potencial creativo en el ser humano. El kuṇḍalinī-yoga nos invita a despertar nuestro potencial divino y revelar el secreto mismo de la creación oculto en lo más fundamental de la naturaleza humana; esta involución hace desaparecer todo sentido de abajo o arriba, de dentro o fuera. Muchos senderos espirituales recomiendan subestimar la dimensión tiempo-espacio y aislarse de los demás. Pero kuṇḍalinī-yoga enseña que, en las profundidades de cada instante, se esconde lo eterno; en el interior de todo lugar, se encuentra el infinito; y dentro de cada ser humano, yace Dios.
El kuṇḍalinī-yoga consiste en un sofisticado sistema que nos prepara para el desarrollo de nuestro aspecto energético. Comprende cuatro niveles de sādhana: el despertar del poder serpentino, su elevación, la perforación de los chakras y el encuentro con Śiva. Estas prácticas están destinadas a crear las condiciones necesarias para que alcancemos el nivel máximo. El aspirante (sādhaka) que desee estudiar el kuṇḍalinī-yoga deberá cumplir con los requisitos fundamentales que demandan las escrituras: estar debidamente iniciado por un auténtico maestro espiritual, y seguir su guía y sus enseñanzas con fidelidad. Como egos, nos hallamos inmersos en un mundo bullicioso, que está saturado de ideas, conceptos y conclusiones. Por eso, carecemos del espacio interior necesario para que lo divino se manifieste en nosotros. Mediante la sādhana, acallamos nuestro ruido y ampliamos nuestro espacio interno.
Kuṇḍalinī es una vía que comienza cuando nos damos cuenta de que nos encontramos sepultados en lo terrenal. El maestro nos dirá que no hay nada malo en ello, siempre y cuando no hagamos de lo mundano nuestro hogar y morada. Esta vía nos guía hacia la responsabilidad, la madurez, la libertad y las alturas. El kuṇḍalinī-yoga nos enseña que somos una semilla de luz con un infinito potencial, la cual, desde lo más profundo de lo terrenal y mundano, es capaz de crecer, elevarse, trascender, hasta manifestarse como el más fascinante loto de la creación, como la más maravillosa flor en el jardín del Señor.
(Extracto del libro de Prabhuji Kundalini Yoga: El poder está en ti.)
