एवं परम्पराप्राप्तमिमं राजर्षयो विदुः ।
स कालेनेह महता योगो नष्टः परन्तप ॥ ४-२॥

evaṃ paramparāprāptam
imaṃ rājarṣayo viduḥ
sa kāleneha mahatā
yogo naṣṭaḥ parantapa

«Esta ciencia suprema se recibió así a través de la cadena de sucesión discipular, y los reyes santos la entendieron de ese modo. Pero en el transcurso del tiempo la sucesión se rompió, y, por ello, la ciencia tal como es parece estar perdida».

(Bhagavad-gita 4.2)

H.D.G. Avadhuta Yogacharya Ramakrishnananda Babaji Maharaja

(Prabhuji)

H.D.G. Avadhuta Brahmananda Babaji Maharaja

(Guru Maharaja)

H.D.G. Avadhuta Mastarama Babaji Maharaja

(Gurudeva)

«Para aprender la ciencia trascendental, hay que acercarse al maestro espiritual fidedigno, que está fijado en la Verdad absoluta».

(Muṇḍaka Upaniṣad, 1.2.12).

«Uno debe saber que el ācārya es mí mismo y nunca debe faltarle el respeto de ninguna manera. Uno no debe envidiarlo, pensando que es un hombre ordinario, pues es el representante de todos los semidioses».

(Śrimad-bhāgavatam, 11.17.27).

«Cuando un devoto puro o un maestro espiritual hablan, se debe considerar que quien habla es directamente la Suprema Personalidad de Dios, conforme al sistema de paramparā».

(Comentario de S.D.G. A.C. Bhaktivedānta Swami Prabhupāda al Śrī Caitanya-caritāmṛta, «Antya-līlā», 5.71).

«El gurú es Dios mismo manifestándose en una forma personal para guiar al aspirante. La gracia de Dios toma la forma del gurú. Ver al gurú es ver a Dios. El gurú está unido a Dios. Él inspira devoción en otros. Su presencia lo purifica todo».

(S.S. Swami Sivananda)

«Encuentra al maestro, sírvele como un niño, abre tu corazón a su influencia, ve en él a Dios manifestado».

(Swami Vivekananda)

«Con el verdadero maestro el discípulo aprende a aprender, no a recordar y obedecer. La relación con el lúcido no moldea, sino que libera».

(Nisargadatta Mahārāja)

gu-śabdas tv andha-kāraḥ syāt
ru-śabdas tan nirodhakaḥ

andha-kāra nirodhitvād
gurur ity abhidhīyate

 

«La sílaba gu significa “oscuridad”, la sílaba ru, “el que la disipa”. Debido al poder de disipar las tinieblas, el gurú recibe este nombre».

(Advaya Taraka Upaniṣad, 16).

yasya deve parā bhaktir
yathā deve tathā gurau

tasyaite kathitā hy arthāḥ
prakāśante mahātmanaḥ

«Solo a aquellas grandes almas que tienen una fe implícita tanto en Dios como en el maestro espiritual se les revelan automáticamente todas las verdades del conocimiento védico.» (Śvetāśvatara Upanishad, 6.23).

tad viddhi praṇipātena
paripraśnena sevayā
upadekṣyanti te jñānaṁ
jñāninas tattva-darśinaḥ

 

«Tan solo trata de aprender la verdad acudiendo a un maestro espiritual. Hazle preguntas de un modo sumiso y préstale servicio. Las almas autorrealizadas pueden impartirte conocimiento, porque han visto la verdad».

(Bhagavad-gītā, 4.34).

«Cuando el maestro descubre por medio de señales que el conocimiento no ha sido captado o ha sido captado erróneamente por el estudiante, debe eliminar las causas de esta falta de comprensión. Esto incluye el conocimiento pasado y presente del estudiante, la falta de conocimiento anterior sobre los temas de discriminación y las reglas de razonamiento, el comportamiento como la conducta y el discurso desenfrenados, el cortejo de la popularidad, la vanidad de su filiación, los defectos éticos que son medios contrarios a esas causas. El maestro debe imponer en el estudiante los medios ordenados por el śruti y el smṛti, tales como evitar la ira, los yamas consistentes en ahiṁsā y otros, también las reglas de conducta que no son inconsistentes con el conocimiento. El maestro debe también inculcar a fondo en el estudiante cualidades como la humildad, que son el medio para el conocimiento».

(Upadeśa Sāhasrī por Ādi Śaṅkarācāryaḥ 1.4-1.5).

«Aquel que no puede aprender mediante la sabiduría y el amor de su gurú elegido por Dios, no encontrará a Dios en esta vida. Deberán pasar al menos varias encarnaciones antes de que tenga otra oportunidad semejante».

(Yogananda Paramahamsa)

«El gurú actúa como este espejo. Él sostiene frente al devoto un reflejo de la imagen perfecta de su alma, sobre la cual se superponen los defectos del ego que, sin embargo, estropean la perfección».

(Yogananda Paramahamsa)

«Tuve un gurú. Era un gran santo y muy misericordioso. Le serví durante mucho tiempo, mucho, mucho tiempo; aun así, no me susurraba ningún mantra en los oídos. No quería dejarlo nunca. Tenía un gran deseo de quedarme con él y servirle y recibir alguna instrucción de él a cualquier precio».

(Satya Sai Baba)

«Tengo mi propio gurú espiritual, y estoy tan feliz, y me siento tan satisfecho que podría apreciar a muchos otros gurús famosos, pero, ya sabes, no me siento atraído de esa manera porque he encontrado a la persona»

(Sri Sri Ravi Shankar)

«Que ninguna persona en el mundo se mienta a sí misma. Sin un gurú, nadie puede cruzar a la otra orilla».

(Guru Nanak)

«Niños, solo podemos crecer espiritualmente si vemos al gurú como la manifestación de Dios. No debemos aceptar a nadie como gurú antes de estar plenamente convencidos personalmente de que es auténtico y veraz. Una vez que elegimos a alguien como gurú, debemos entregarnos completamente a él. Solo entonces será posible el desarrollo espiritual. La devoción al gurú significa una entrega total a él».

(Mata Amritanandamayi)

«El gurú y Dios se presentan ante mí. ¿A quién debo postrarme? Me inclino ante el gurú que me presentó a Dios».

(Kabir)

«Es un Acharya a través del cual actúa el poder divino».      

(Swami Vivekananda)

«Por la gracia de Dios, un aspirante entra en contacto con un gurú que está establecido en Brahman. Y por la gracia del gurú aprende los secretos y los pone en práctica».   

(Swami Tapovan Maharaja)

«Uno puede tener un cuerpo apuesto, una esposa hermosa, una fama excelente y variada, y una riqueza como la del Monte Meru; pero si su mente no está apegada a los pies de loto del gurú, ¿de dónde viene, de dónde viene, de dónde viene?»

(Ādi Śaṅkarācārya)

«El Gurú humano susurra la fórmula sagrada (mantra) en el oído; el Gurú Divino insufla el espíritu en el alma».

(Ramakrishna Paramahansa)

S.D.G. Avadhuta Sri Brahmananda Babaji Maharaja

brahma-dhyāne sthitiste    veśo’vadhūto’sti ramyaḥ

brāhmīṁ prāpya sthitiṁ tāṁ    nityaṁ samādhau nimagnaḥ

kāruṇya-prema-gāthāṁ    smṛtvā tvadīyāṁ suśiśyāḥ

brahmānandaṁ guruṁ tvāṁ    nityaṁ namāmo namaste

«¡Oh, Guru Maharaja, Su Santidad Baba Brahmānanda! Estás situado en la meditación del Señor Supremo y tu forma de una persona renunciante es atractiva. Alcanzando ese estado de meditación en el Supremo Señor, estás siempre profundamente inmerso en samādhi. Recordando la historia de tu bondad y amor, nosotros, tus discípulos, nos postramos ante ti, nuestros saludos a ti».

 

Su Santidad Avadhuta Sri Brahmananda Babaji Maharaja, a quien es el maestro espiritual y diksha guru de Avadhūta Bhaktivedanta Yogacharya Śrī Ramakrishnananda Bābājī Mahārāja.

Guru Maharaja, como Prabhuji lo llama por respecto y amor, nació en Lakhimpur, un pequeño pueblo a las orillas del río Seryu cercano a la ciudad sagrada de Ayodhya, en India, el 13 de Noviembre de 1930. Es discípulo del gran siddha Avadhuta Sri Mastarama Babaji Maharaja. Brahmananda Babaji. Brahmananda Babaji se transformó con el correr de los años en un ejemplo viviente de la luz y sabiduría de su gran maestro. Después de años de sadhana, su maestro espiritual le otorgó la sagrada iniciación de avadhuta.

Sri Brahmananda Babaji Maharaja fue un ser completamente iluminado que vivió su vida en el pleno disfrute de la dicha divina. Fue un maestro realizado de todos los principales senderos yóguicos karma, bhakti, hatha, raja, kundalini, tantra y jnana yoga. Él instruyó y guió a Prabhuji por más de 15 años en todos los diferentes aspectos del yoga. En sus últimos años Guru Maharaja residió en Attipra, Thiruvananthapuram, India, y abandonó su cuerpo el 4 de mayo de 2015 a las 11:00 a.m. en Rishikesh.

El primer encuentro

By H.G. Avadhutika Ramananda Mataji Maharani

En 1996, Prabhuji paseaba por las orillas del río Ganges, cerca de la ciudad santa de Rishikesh, donde, atraído por un melodioso silencio, se sentó en la brillante arena para meditar. Algo en este lugar le cautivó, pero no sabía qué era. Cuando abrió los ojos, después de una larga y profunda meditación, notó una cueva cercana. No pudo resistirse a entrar en la cueva y, una vez allí, sintió un poder aún más misterioso y se sumergió en una meditación más profunda.

Había algo diferente en este lugar, distinto a cualquier otro en el que hubiera estado, como si la arena, las piedras y las aguas le acercaran a sí mismo.

 

Al día siguiente, todavía emocionado por lo que había experimentado en la cueva, Prabhuji se percató de que un sādhu que estaba de pie junto al templo de Shiva. Su ropa blanca y brillante y sus nobles movimientos lo distinguían del resto de los sādhus. Prabhuji se acercó a él y le preguntó su nombre.

– «Esto no tiene nombre», respondió el sādhu señalando su corazón.

– «¿Dónde vives?»

El sādhu señaló en silencio con el dedo hacia el templo de Shiva.

– «¿Puedo aprender de ti?»

Aunque nunca había aceptado a ningún discípulo, el sādhu aceptó.

Durante los días siguientes, Prabhuji pasó muchas horas con él, aprendiendo los misterios del yoga y la meditación. El sādhu, conocido con el nombre de Bābā Brahmānanda, se convirtió en el querido dīkṣā-guru de Prabhuji.

 

Bābā Brahmānanda llevó a Prabhuji al āśrama de su maestro espiritual, S.D.G. Avadhūta Śrī Mastarāma Bābājī Mahārāja.

Para su gran asombro, el āśrama era aquella cueva mágica que Prabhuji descubrió el día anterior. El poderoso Bābājī solía vivir y meditar en esa cueva. 

Entonces, Prabhuji comprendió que Bābājī vive en esa cueva a través de su presencia. La asombrosa meditación que había experimentado era su gracia y le estaba dando la sabiduría de los Vedas a través de Bābā Brahmānanda.

Hasta hoy en día, cuando Prabhuji entona «Jayā Bhagavān» en honor a su amado Bhagavān Mastarāma Bābājī, se transporta a la misma cueva, disfrutando del néctar de Bābājī que aún habita en la cueva vacía de su corazón…. y llena los corazones que escuchan su dulce voz, cantando en extática devoción a la gran alma que fue Su santidad Mastarāma Bābājī Mahārāja.