Todo filatelista ha experimentado momentos indescriptibles de paz, tranquilidad y silencio interior. Según la Filatelia Meditativa, cada sello cumple las funciones de un mandala, que es un diagrama simétrico, símbolo o patrón geométrico. Cada sello es como un diagrama cósmico que nos recuerda nuestra conexión con el infinito. Estos pueden ser utilizados como medios para cesar la actividad mental aspirando a estados meditativos. Los sellos cumplen funciones similares a los mantras, pero a nivel visual en lugar de auditivo. Las estampillas se vuelven herramientas para centrar nuestra atención lo que ayuda a la meditación.
Más allá de las características y la historia de cada estampilla, estas han sido diseñadas para ser observadas.
Observar de manera continua, mientras la respiración es lenta y profunda, conduce al observador a una relajación y, gradualmente, a una meditación profunda. Nuestra mente se mueve en círculos, sin embargo, todo círculo posee un centro. La atenta observación del sello nos permite saltar fuera de dicho círculo para centrarnos en nuestro centro consciente. Esta práctica nos centra y es capaz de influir nuestro mundo interior, rompiendo padrones mentales viciosos. Al observar los sellos, uno se integra y experimenta bienestar, armonía, equilibrio y paz.
