Por Prabhuji
La realidad es impredecible… cambia a cada instante…
La falsedad, lo artificial, como lo muerto… es estático y consistente…
La religión de la realidad debe tomarla a ésta en consideración…
Sanātana-dharma es por y desde la realidad… Brahmā, Śiva, Viṣṇu, Gaṇeśa, Durgā, Kali… un sinfín de diferentes deidades, de ventanas para extender tus manos hacia lo único tras lo mucho…
Bhakti, karma, rāja, jñāna, nāda, kuṇḍalinī o abrir infinitas puertas desde ti…
Incontables oportunidades…
Es que somos distintos…
Incluso de nosotros mismos…
Hay momentos en que eres un rāja-yogī… otras oportunidades en que el jñāna te alcanza…
Hay horas en que te sientes un verdadero bhakta…
Caminando bajo la lluvia te sientes tan meditativo … un paseo a la orilla del mar te hace desaparecer … Contemplar un atardecer o la sonrisa de un niño te inunda de devoción …
La verdad debe ser ajustada a lugar, tiempo y circunstancias… debe fluir con la realidad…
En público eres vaiṣṇava … con tus amigos íntimos eres un śaiva … y a solas, nada como estar en el regazo de tu madre …
La realidad, así como la vida, la existencia y el ser humano son tan impredecibles… la religión viva debe estar abierta a lo impredecible del misterio…
Aano bhadraḥ kritavo yāntu vishwatah nos dice el Ṛg Veda… lo cual significa… «permite a toda noble idea venga a nosotros de cualquier dirección»… esta frase encierra dentro de sí la verdadera actitud del hombre de religión…
Abrirte y permitir que todo lo que te inspira venga hacia ti… no importa desde dónde… importa «hacia» dónde…
Lo importante es que te conduzca a ti…